El hidrógeno generado se introduce en el motor por la admisión de gases, aprovechando la aspiración o vacío que produce el motor. Este, a su vez, se combina con la gasolina, diésel o gas natural dependiendo del tipo de motor. Luego, en las cámaras de combustión de cada cilindro, se quema conjuntamente con el combustible utilizado y el aire aspirado por el motor.

Esta mezcla es más eficiente que la combustión de combustibles fósiles, lo que se traduce en un mejor rendimiento del motor, menor emisión de contaminantes y adecuada refrigeración del motor.

Con el proceso anterior puede deducirse que se produce un ahorro de combustible elevado debido al rendimiento obtenido.
El generador produce gas según la demanda sin acumularlo en depósitos a alta presión, lo que garantiza altos niveles de seguridad. Este sistema es apto para cualquier motor a combustión, incluyendo autos, motos, camiones, tractores, lanchas y embarcaciones mayores.
